AUSTERIDAD Y LITERATURA
Dice Auster que su obra mayor ya está hecha. Y la verdad es que su Brooklyn Follies viene a demostrarlo, porque, aunque ya nadie espera de él otra Trilogía de Nueva York, semejante refrito de lugares comunes (austerianos), personajes en las encrucijadas (austerianas) de siempre y filosofía de cuasiautoayuda por boca de todo el mundo se hace (por lo menos para los fans) preocupante. Sin embargo, la misma cualidad hipnótica, la misma adicción, están en la novela: la magia de la prosa per se, es decir, el misterioso ingrediente que contienen las historias que te atrapan y que sólo sabemos definir con una negación, es decir, que, cuando no está, se nota (y se te cae el libro de las manos).
Es decir: que sabemos que nos la están dando con queso, pero no podemos parar de leer. Y qué. Nunca quisimos salir en lo del Dragó.
1 comentario:
A no ser para hablar del milenarismo.
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