CHARLIE DARWIN QUE ESTÁS EN LOS CIELOS
Supongo que lo peor que le puede pasar a un insomne es una de estas dos cosas: a/ que le monten una rave en el piso de arriba o b/ que se le metan ocho mosquitos hambrientos en la habitación. A mí anoche me pasaron ambas. Bueno, rave lo que se dice rave no había, pero el rarito del ático invitó a tres o cuatro existencialistas como él a escuchar LCD Soundsystem y arrastrar sillas de un lado para otro hasta las cuatro de la mañana. Y bueno, tampoco sé si eran ocho los mosquitos, pero lo deduzco por el número de habas gigantes que me salieron a mí en la piel de los brazos y los tobillos.
Mientras me rascaba llegué a algunas conclusiones insomnes (sólo los insomnes y los niños dicen la verdad, cuentan por ahí): una, que LCD Soundsystem es un timo más grande que la voluntad del señor. Otra, más larga:
que parece ser que los mosquitos han aprendido a volar sin hacer ruido, los cabrones. Recuerdo perfectamente cuando los oía zumbar al lado de la oreja cuando estaba a punto de quedarme sopas y me tenía que levantar a acabar con ellos pantufla en mano. Y de esto no hará más de cinco o seis años. Han digievolucionado, los malditos. Primero aprendieron a zumbar junto a las orejas para comprobar que su víctima estuviera durmiendo antes de atacar (las víctimas despiertas se levantaban pantufla en mano). Ahora, a costa de muchos compañeros caídos, han apostado por el sigilo total y no se les oye venir, oiga.
Esto tiene varios nombres, digo yo. Uno, putada, claro. Otro, evolución de las especies, ¿no? O al menos eso me da que pensar mi enseñanza laica. Una birria, si quieren, pero laica y darwinista al fin y al cabo. Evolución de las especies a la una, evolución de las especies a las dos, evolución de las especies a las...
¡No! ¡Paren las máquinas! ¡Según los pensadores de la Casa Blanca, el término adecuado no es ése, sino diseño inteligente! Es decir, que Dios diseñó a los mosquitos para que, en algún momento próximo al final del siglo XX, aprendieran a zumbar a la oreja de los humanos durmientes (y así obligarlos a levantarse pantufla en mano), y, unos pocos años más tarde, se hicieran sigilosos como culebras, capaces de chupar medio litro de sangre de cualquier humano, aun insomne y avisado. ¡Diseño inteligente!
Hijo de puta hay que decirlo más. ¿Pero a quién? ¿A mi vecino el rarito? ¿A Darwin? ¿A los mosquitos? ¿A Dios? ¿A los pensadores de la Casa Blanca? ¿A LCD Soundsystem? ¿A mi seño de séptimo?
1 comentario:
Lcd Soundsystem es un bluf pero total. Menudas cacas nos meten por las orejas algunas revistas y críticos.
Lo del mosquito yo lo llamaría también mutación. Al videoclub donde trabajé hace años entraban unos mosquitos que, sin exagerar, llegaban a medir cinco centímetros. Algo está pasando.
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