23.8.06

HASE CALOR

Cualquier cosa: unas nubes, una pared vieja, la copa de un árbol bañada por el sol. Algo tremendamente hermoso y desapercibido, plantarse ante ello como por primera vez y decir: vale. Existe algo ahí fuera. No todo es mi podrido discurso interior. A continuación, agarrarse a ese objeto, lo más que se pueda. Qué prisas tienes por volver a casa y quedarte solo.

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