HIJOS DE LOS HOMBRES
La pondrán de vuelta y media, la acusarán de no ser más que una peli chorra de acción, producto de un director sin temperamento ni personalidad, y probablemente tendrán razón, pero no me negarán que la pandemia de infertilidad como metáfora de nuestra propia esterilidad existencial y nuestra absoluta incapacidad para cambiar ni un tornillo del mundo de sitio no está nada mal. Así las oficistas llorando el asesinato del tipo más joven (y más gilipollas) del mundo, así el prota llorando la muerte de su hijo, mutatis mutandis de sus sueños, su activismo revolucionario y su historia de amor. Ya estábamos perdidos antes de que ocurriera esto, se dice en un momento dado.
Y luego los actores están que se salen, sobre todo el amigo Owen y la señora Moore. Eso no me lo va a negar ningún pedante. Hale, no se lo piensen más.
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