22.6.11

RENGO WRONGO INSIDE

Hay algo profundamente malsano y perverso y retorcido y maligno en la pregunta qué coño estoy haciendo aquí. Una maldad semántica, no sé si me explico. Como acabar con el coche en un callejón sin salida y entender que nos hemos equivocado de camino, y en ese momento deducir que ha habido un montón de bifurcaciones previas que hemos tomado mal, equivocándonos una y otra vez, hasta acabar aquí. Por qué nos preguntamos qué coño estoy haciendo aquí incluso cuando no ha habido bifurcaciones previas, o no es posible dar la vuelta. Por qué esa pregunta no queda reservada para situaciones esporádicas en que no sabemos dónde estamos, dentro de un contexto general de consciencia clara de la propia posición. Por qué da igual el contexto a la hora de las preguntas. Por qué qué.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Sigue, sigue ...