AFORISMOS SOLIPSISTAS, III
Nuestras miradas se encontraron en el autobús. Saltó una chispa. Llamémoslo química. Llamémoslo amor. Entonces su perro lazarillo se puso a gruñirme.
Nuestras miradas se encontraron en el autobús. Saltó una chispa. Llamémoslo química. Llamémoslo amor. Entonces su perro lazarillo se puso a gruñirme.
No hay comentarios:
Publicar un comentario