MUNICH

Venciendo el frío y la pereza, me he decidido a salir a ver Munich. Me picaba la curiosidad, me temo que por las críticas simultáneas de sionistas y progres, y por ver a Spielberg metido en un supuesto ajo político que le es cuanto menos extraño. No sé, como si te dicen que Almodóvar ha hecho una de ciencia ficción, ¿no?

Le doy un bien. Me gusta que la estructura tipo Misión Imposible se vaya fundiendo en otra tipo JFK. Me parece bien que una peli salida de lo más profundo de Hollywood (donde la apología de la violencia se da por supuesta), y de un director que venía de firmar un producto tan moralmente sospechoso como La guerra de los mundos, apueste por el diálogo de esta manera.

Me molesta que se trate al espectador como a un idiota y se le dé masticado hasta el mensaje que debe extraer, pero bah, eso me pasa con casi todas las pelis que veo.

Me gusta el diálogo final.

Me jode la última toma, con las Torres Gemelas. Demasiado evidente, ¿no? Bueno, eso ya lo he dicho antes.

También me jode que, para hacer ver que es un personaje judío, hayan elegido a la actriz con la porra más enorme del mundo para interpretar a la mujer del prota.

Me mola la producción lujosa. Sí, ¿qué pasa? Hasta el más mínimo cartel que sale pegado a lo lejos en una toma de cinco segundos en una calle es el que había en esa calle en los años setenta. Creo que el cine español tiene mucho que aprender en ese sentido, ¿no? Bueno, y mucha pasta que gastarse.

Está visto que como crítico de cine no valgo mucho. Buenas noches a todos.