30.3.06

VISIÓN LAB

Ocurrió anoche, a eso de las nueve. Acababa de llegar a casa, medio deshidratado, medio reventado de andar, medio borracho y medio desmayado de hambre, todo al mismo tiempo, y me tiré en el sofá. Me encendí un canutito que tenía ya liado y, exactamente al tiempo que exhalaba la primera bocanada de humo, tuve una visión de Adri, vestida con un traje de diseñador, con gafas de sol à la mode, acompañada por un tipo interesante, seguramente francés porque estaba en París, sentada en la miniterraza de un café de -supongo- el Boulevard Saint Michel. Sonriendo, porque estaba muy feliz, muy contenta con la primavera y con su amigo intelectual y con París y con su vida y con todo. Y esa visión no me amargó. Al contrario, me llenó de paz. A Adri la vi muy guapa, algo distinta, pero para mejor. Dije en voz alta: Gracias. La perra se me quedó mirando. ¿Gracias por qué?, se preguntarán ustedes. Gracias por esta visión.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Esos flashes lo dejan a uno reconciliado con la realidad, sin saber muy bien por qué. Yo estoy esperando a ver si la semana próxima tengo uno en el que vea a Berlusconi en los tribunales de Roma diciendo alguna nueva barbaridad y otro en el que en la Luna no gana las elecciones el Fidesz, sino el otro partido. Sería un buen regalo de cumpleanyos.