EL ESTRUCTURALISMO FRANCÉS Y VOS
Los estructuralistas franceses se tiraron la prodigiosa década de los sesenta repitiéndolo... todo es un gigantesco problema semántico. Abra usted un periódico y fíjese en estas tres palabras que le pongo como ejemplo:
familia
sociedad
España
Pues bien, parece ser que, frente a las definiciones "descriptivas" o "a posteriori", es decir, las que tratan de exponer lo común a un grupo de ejemplos del mismo concepto, están las definiciones "normativas" o "a priori", aquéllas que dicen cómo tiene que ser el ejemplo si quiere estar en el exclusivo club del concepto. Las primeras son más difíciles, claro, hay que irse a buscar todos los ejemplos posibles y acomodar la definición a ellos. Las segundas... bueno, las segundas no son realmente descripciones, ¿no? Se parecen más bien a la lista de documentos que te piden para tramitar cualquier gilipollez en el Catastro o algo así.
Leyendo los periódicos se dará cuenta usted de que lo más común es lo segundo. Familia: conjunto de individuos formado por padre, madre, descendientes si los hubiere y otros adultos dependientes, que constituye el núcleo de la sociedad y el único marco adecuado en que deben crecer los individuos nuevos (no cumplo ni una, claro). Sociedad: conjunto de individuos que viven en este país, agrupados en familias (ver arriba), blancos, católicos, castellanoparlantes y comedores de paellas dominicales. España: unidad histórica, geográfica, social (de sociedad: conjunto de comedores de paella etcétera etcétera) y espiritual que los nacionalistas tratan de destruir en connivencia con terroristas, mafiosos y pederastas.
Otra ventaja de esta forma de describir: además de ser más fáciles, las descripciones que obtengamos no tienen que ir revisándose conforme vaya cambiando lo descrito. Simplemente, si algo no cumple los requisitos lo dejamos fuera y ya lo describiremos más adelante. Ejemplo hipotético: una misteriosa epidemia deja estériles al 50% de las mujeres. No pueden procrear. Están casadas, o arrejuntadas, pero no tienen hijos. Bueno. De momento, eso no es una familia. Ya veremos lo que es más adelante. Y del mismo modo, ésos no forman parte de la sociedad, eso no es España, etcétera etcétera.
Contra los descriptores normativos se puede uno cabrear, insultarlos, difundir definiciones descriptivas, y muchas otras cosas. Una de mis favoritas es deliberadamente no encajar en nada, quedarme flotando fuera fumándome un cigarro con la gente: desde las ventanas nos miran y nosotros silbamos la de porque seremos cientos por cada uno de los vuestros.
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