UN TRIUNFO HISTÓRICO DE LA SELECCIÓN ESPAÑOLA
El inmenso placer de estar solo, en la calle, tomando una caña en alguna terraza, en calma, mirando a las chicas, disfrutando al mismo tiempo de tu luminoso discurso interior y de contemplar-ser contemplado, al final de una tarde de verano, mejor en septiembre.
Suena sencillo, ¿no? Pues error. De sencillo nada. La semana pasada casi lo consigo, pero ahora sé que, por culpa de una desequilibrada, lo he perdido hasta dentro de mucho tiempo. Bueno, por mi culpa, también. Bueno, sí, quizá sólo por mi culpa. Por subirme a aquel autobús. Por pensar con la polla.
En mi ciudad de gafas de pasta hay fiestas, ahora. Todo el mundo en la calle. Contemplando-siendo contemplados. Muss es sein?
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