MOLA PERDER
Cómo mola perder. Las causas perdidas, ni punto de comparación con las causas empatadas. Prestigio indie de los perdedores y los bartlebys, desde Willem Dafoe en Light Sleeper hasta, bueno, hasta cualquier papel de William H. Macy. Último reducto de coolismo de los que ya no somos adolescentes (al menos en el dni): la derrota, el antiheroísmo, por qué no.
Impecable historial del que suscribe: 0-6, siendo el segundo número el de las derrotas por k.o.: contra el sistema educativo, contra mis progenitores, contra la Mancha Profunda, contra el Arte, contra mis queridos amigos, contra mi amada novia. 0-7 si contamos el solitario spider que acabo de perder contra mí mismo.
El prestigio de la derrota como maravilloso armazón ideológico de la renuncia, ergo de la Pereza, ergo de las ensaladas del Mercadona. Cuyo aliño clásico vendría a ser la lástima, etcétera. Lo peor de la entomología es cuando te clavan el alfiler y te das cuenta de que ni así vas a dejar de ser un coleóptero.
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