POESÍA RISIBLE PERO MADRUGADORA
Piden los días materiales y contenidos, clásicamente como hojas en blanco de cuadernos, y no sé cuál de las dos opciones es más cómoda y conveniente a mi pereza: si dejarlos en blanco y en silencio como hasta ahora, o bien si dejar de apretar los dientes y permitir el flujo de palabras inútiles y gestos imitados que solemos llamar vida. Es decir: yo no lo sé, pero mi pereza sí lo sabe. Será cuestión de pasarle el joystick.
No hay comentarios:
Publicar un comentario