25.10.07

POZO

Ya habré dicho por aquí alguna vez que "La francesa", de Roberto Bolaño, es uno de mis poemas favoritos. Es un poema de amor, y la tal francesa una desequilibrada. Sobre esas mujeres inestables capaces de arrastrarte a la autodestrucción ha escrito hace poco, con su implacable y descacharrante ló(gi)ca Purranki Sandongui, ese faro y guía.

Me reconozco en esos personajes de tango, enamorados y barridos por una fuerza que no pueden comprender. Es decir, reconozco los síntomas, porque a mi lado nunca tuve a una surfera de la psique, y sí a chicas perfectamente sensatas que me querían y siempre hicieron lo más razonable, incluyendo en ese lo más razonable la putada que me hizo Adri agarrando la mitad de nuestro premio de la Primitiva y tomando las de Villadiego. Me gustaría echarle la culpa de lo que me pasa a una de ellas. Siempre las he querido, siempre he tratado de atraerlas aunque sólo fuera para que me hicieran daño y siempre se han apartado de mí, no quiero pensar que porque me considerasen un igual, porque un pozo no puede tragarse otro pozo, por mucho que se amen.

No hay comentarios: