28.2.08

SPOTS (MANCHAS)

Entre anuncios de compresas y de créditos basura, uno se puede encontrar estas semanas con spots electorales en la tele en horario prime time. Por ejemplo, éste del PSOE, donde un apuesto joven con un evidente pasado perroflauta se recorre tropecientos kilómetros para llevar a su madre a votar, hasta tal punto que uno duda que le dé tiempo a volver a su ciudad para votarle a Zapatero (sobre todo con la lentitud deliberada que se gasta la señora). El mensaje es: qué enrrollados somos que nos chupamos un viaje de horas y horas para que alguien vaya a votarle a Rajoy. Cuánto buen rollo. Casi dan ganas de perdonarles el apaño del referéndum de la OTAN: ellos en el fondo lo hacían de buen corazón.



También podemos ver este otro, del PP, más bien surrealista, en el que se ve una familia disfuncional y ultraconsumista en el trance de ser embargados por tirar demasiado de tarjeta de crédito. Lo bueno del caso es que ni siquiera con los empleados del IKEA desmontándoles el salón son capaces de quitar la vista de la tele, donde un anuncio de créditos basura los insta a seguir y seguir consumiendo: no hay crisis, no pasa nada, o algo así. Qué puede tener esto que ver con el panorama político actual es algo que se me escapa, pero ahí está el clip por si a alguien le sirve de alpiste neuronal.



Y también está el de IU, donde un chavalote concienciado que aún no ha dejado atrás su pasado perroflauta en absoluto hace monerías como de primero de arte dramático y luego se pone serio y proclama que lo que importa son las ideas. No será la que tuvisteis al hacer este spot, amiguetes:



Así que tras este profundo y razonado análisis les puedo comunicar mi conclusión: déjense de polladas y eslóganes y surrealismo y perroflautas, hombrepordios, pongan porno aprovechando que el espacio es gratis y dejen que cada cual vote lo que tenía pensado. Y a los indecisos que se la pique un pollo o que se metan a un bar, donde podrán asistir a debates mucho más interesantes y convincentes que esta sarta de vídeos de primera.

No hay comentarios: