5.11.08

NOVIEMBRALFOMBRA

Nuestra droga es la inacción, estar callados, las ollas al fuego sin tapar, la deliciosa lentitud de cada movimiento, el desdoblamiento sucesivo del tiempo. En nuestras manos, los minutos son masa de pizza. Nuestra adicción requiere atención constante, pero nada más. El otoño es un río de agua gélida que desemboca en sí mismo. V. y yo sólo somos enfermos. / Pero es que nunca tuve una enfermedad más dulce, por parafrasear un poco al amigo J. Si pasan por aquí y ven que no estoy, toquen a la puerta de la dimensión de al lado. Salgo enseguida.

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