HOMO POLITICUS MANCHEGUIENSIS
La prueba definitiva de que estoy perdiendo la chaveta no está en que lleve cinco días encerrado en casa bebiendo gazpacho y fumando hachís con las persianas cerradas a cal y canto, sino en que en estas circunstancias sigo atento a la puta política, encabronado vivo y murmurando entre dientes a cada rato si a mí me dejaran hablar, si a mí me dejaran hablar. ¿Hablar dónde? Pues ni idea, en el Congreso, supongo, o en la Cope, o en misa de gallo, yo qué sé, donde se junte el hatajo de fascistas éstos.
Me veo empezando con el litio, ya.
1 comentario:
venga, va, don mastronardi, a subir las persianas, airear el piso, dar un paseito con la nina, tomar un buen cortadito en alguna terraza, comprar un disco nuevo, un libro inteligente pero sereno y una camiseta chula...
pa empezar...
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