26.7.07

EL PARTE METEOROLÓGICO DE HOY

No hará falta que confiese que estoy pasando por una larga y opresiva tormenta emocional este verano. No sé si se acuerdan que hace un par de meses recurrí a los servicios de una prostituta latinoamericana: esta transacción me creó una sensación más bien amarga que duró dos o tres días, durante los cuales me dediqué a desenterrar fotos viejas, de cuando mi vida. Y por culpa de las fotos, como en la canción de Serrat, bueno, pues empezó a llover, y así hasta la fecha.

Una cosa es atravesar una tormenta emocional y otra volverse bobo. Sé que estoy idealizando, añorando y adorando a una chica que desde luego no se lo merece. Creo que lo que ocurre es que, en el fondo, a quien echo de menos es a mí mismo, al tipo que era entonces, a su paisaje mental, mucho más limpio, a un corazón quinientas veces más poderoso. La gente suele decirse ojalá hubiera sabido entonces lo que sé ahora. Yo me digo exactamente lo contrario.

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