28.11.07

PREGUNTITAS


Llevo desde principios de octubre comiéndome una docena de mandarinas al día. Compro redes de tres kilos de dos en dos. Hace mucho frío ya y Nina y yo hemos adoptado un horario de salidas rigurosamente simétrico: paseamos a partir de las dos de la tarde y a partir de las dos de la mañana. Para esta última salida me embozo como un astronauta, incluyendo un pasamontañas. Cuando volvemos (a veces después de las tres), me quito capa tras capa de ropa y agarro cuatro o cinco mandarinas y pongo la tele. La tele la miro pero no la veo, lo que me quedo pensando es: ¿qué coño estoy buscando en realidad con tanta mandarina?

4 comentarios:

Sólo digo una cosa dijo...

No sé, me imagino que lo mismo que cuando te dio por la horchata. Felicidades por este sitio.

Tucuman 846 dijo...

la mandarina es un elemento puramente zen. desde el lejano oriente hasta la huerta valenciana o murciana el recorrido no fue en vano.
además, se pelan sin cuchillo, lo que las hace, si cabe, elementos mucho más cercanos e íntimos (sobre todo porque me darías miedo paseando a las dos de la mañana pensando en coger un cuchillo cuando vuelvas a casa)

Anónimo dijo...

Purranki de vuelta y media y usted comiendo mandarinas... Espavílese!

Don Peperomio dijo...

La mandarina es el centro donde enfocas todos tus problemas, está claro.