6.10.08

FRONTERA

La felicidad es un paisaje mental mucho más adecuado para la literatura que la melancolía o el tedio: el producto es mucho más sustancioso y contiene menos grasa. Lo que le pasa a la gente feliz es que está menos dispuesta a pasar por el trámite de construir con su bonita vida artificios lingüísticos. La era blog está demostrando la existencia de miles de falsos bartlebys capaces de renunciar a todo excepto a la verborrea digital (yo era uno de ellos hasta hace bien poco). El auténtico bartleby está un paso más cerca del vacío, pero también de la felicidad. No es un truco silogístico: en ese silencio inalcanzable para los procrastinadores se encuentra una forma accesible de la felicidad.

2 comentarios:

Pedro Pergamo dijo...

La felicidad existe porque como concepto es el sueño perfecto del hombre perfecto pero sólo se da en hombres imperfectos (no existen los hombres perfectos gracias a Dios, o a quién sea) con vidas imperfectas. Y sólo hay que saber afinar, mirar y ahí está, ahí te la encuentras, como era lógico. Y cuando has llegado una vez a ella llegas todas las que quieras aunque haya que currarselo un poquito. Y no me enrollo mucho más que si no caigo en la puñetera verborrea...

Saludos, hombre feliz, no olvides que si tu felicidad es real nunca olvidarás como llegar a ella, si crees que es posible…. es, si no, no es, sencillamente.
Un abrazo y gracias por tu blog.

Anónimo dijo...

Muchas gracias por su amable aportación, amigo Pérgamo.